En la 10.a colección de Alta Joyería, Valérie Messika se ha inspirado en la energía liberada de las noches setenteras más salvajes. Para encarnar esta colección llena de euforia, escogió a la cantante y modelo francesa Carla Bruni, que será el rostro de la nueva colección de Alta Joyería Messika. Este icono de la moda revive con elegancia y magnetismo el espíritu decididamente subversivo de los años setenta. Joyas alegres, conjuntos coloridos, curvas atrevidas: Midnight Sun simboliza el comienzo de una nueva era, como el amanecer en la penumbra. La Alta Joyería Messika celebra el disco en su forma más libre y emocionante.
Evento
Ultimate Party: cuando la fiesta transforma por completo la época.
Para Ultimate Party, Valérie Messika se inspira en dos mujeres que dejaron huella en la historia de los años setenta, e imagina dúos en contraste de diamantes de colores excepcionales. Liza Minnelli y Diana Ross, dos estilos opuestos: una es estrella del soul, una diva cálida y glamurosa, la otra una reconocida intérprete ecléctica y teatral. En el collar, una obra maestra, un diamante amarillo talla pera de 20,04 quilates y un diamante talla cojín de 9,07 quilates evocan las voces cristalinas y magistrales de los dos iconos de los años setenta. La fundadora sigue explorando el simbolismo del Golden Shield, la armadura protectora que concibió en una versión en oro amarillo para la anterior colección de Alta Joyería.
Glitter Fever: el disco, una invitación incomparable a la fiesta.
Si hay algo que Messika sabe hacer, es realzar el brillo de los diamantes. Por primera vez, la Maison utiliza el engaste nieve de la joyería de lujo tradicional para iluminar 15 diamantes amarillos talla cojín de 2 a 15 quilates. En este tapiz de diamantes preciosos, tan dispares como una pista de baile, el diamante amarillo es el rey. Como toda creación de Valérie Messika, Glitter Fever constituye un juego de contrastes deslumbrantes. Los contornos geométricos de las joyas de este conjunto contrastan totalmente con el engaste de diamantes menos estructurado y las voluptuosas curvas de los diamantes talla cojín. Este claroscuro de formas y luces crea un conjunto armonioso que sugiere una destreza técnica incomparable.
Messika Dancing Moon: la Luna, símbolo a partir de la medianoche.
Messika Dancing Moon celebra uno de los iconos de Valérie Messika, el halo. Majestuosos engastes de diamantes rodean el cuello como una delicada y deslumbrante segunda piel. Cada hilera presenta una constelación de diamantes talla ovalada, incluida una piedra central de 2,21 quilates, realzada por una doble aureola meticulosamente engastada.
Para esta joya de Alta Joyería que simboliza los astros, la directora artística halló sus influencias en la Luna, el símbolo de la noche. El testigo inevitable de las fiestas disco en las que se bailaba hasta el final de la noche.